Hay que partir desde el inicio sabiendo que ... TODOS LOS NIÑOS SON POTENCIALMENTE VALIOSOS PARA EL APRENDIZAJE
Partiendo de esa idea, debemos saber que algunos alumnos presentan necesidades de aprendizaje especiales. Para referirse a ello se utilizan las siglas NEE.
Es importante la detección temprana de estas dificultades. Algunos padres (especialmente de hijos únicos) no aprecian los síntomas iniciales, o se niegan a verlos lo que causa a la larga un autoengaño que perjudica principalmente a su hijo. En tales ocasiones es, en la primera etapa educativa en la que estos niños se encuentran escolarizados, donde se les puede comparar con niños de su misma edad. El inicio (lo antes posible) del tratamiento educativo más adecuado, mediante la utilización de técnicas educativas específicas, evita las graves consecuencias del diagnóstico tardío.
Una vez diagnosticado la NEE se constituye el punto de partida para dar la mejor respuesta educativa. Este proceso se caracteriza porque se analizan explícitamente las interacciones que se dan entre lo que el alumno precisa, en orden a su desarrollo y aprendizaje (necesidades educativas), y la respuesta social, que le ofrecen los distintos contextos sociales en los que participa. Con estas identificaciones observadas por el especialista ayudado del tutor, se procede a diseñar las modificaciones a nivel de centro, aula e individuales que haya que adoptar en cuanto a la escolarización, currículo y la dotación de medios y recursos.
Estos alumnos presentan dificultades en la captación de los aprendizajes y es por ello que se deben realizar adaptaciones curriculares o adaptar la metodología a estos alumnos siendo flexibles en el procedimiento.
Las adaptaciones curriculares son cambios que se realizan en el currículo educativo para que el alumnado con dificultades pueda beneficiarse lo máximo posible de la educación. Por tanto, el tipo de adaptación curricular variará dependiendo de las necesidades.
Cuando no sea preciso modificar el currículo, sino facilitar al alumnado los medios de acceso a éste, se habla de Adaptaciones de acceso al currículo. Éstas se pueden dividir en tres grupos:
1. De los elementos personales de acceso: tales como el tipo de apoyo preciso, la cuantificación del número de horas, sesiones... en las que se concretarán las intervenciones del docente de apoyo y docentes especialistas.
2. De los elementos materiales de acceso al currículo: como la realización de modificaciones arquitectónicas para garantizar la autonomía del alumnado y su acceso físico al centro.
3. De los elementos organizativos de acceso al currículo: tanto a nivel de los elementos personales (coordinación entre tutor y especialista, etc) como de los elementos materiales y temporales (realizando ajustes en la distribución del horario, espacios...).
- Problemas en la interacción social.
- El estilo de aprendizaje y la acción docente.
- La salud y autonomía.
- El desarrollo psicomotor.
Para paliar estas necesidades (Ortega, 2012) es necesario el acercamiento de una escuela inclusiva para todos. Esta escuela debe promover:
- Derecho personal y deber social.
- Ningún tipo de exclusiones.
- Debe educar en la diferencia.
- La diferencia debe verse como virtud apreciable, como valor.
- Inclusión siempre el aula ordinaria.
- Inclusión desde el respeto a las diferencias.
- Acciones por adaptar la educación normal al hecho de que todos los alumnos son diferentes.
Un aspecto relevante a nivel diario de aula como en la integración de necesidades especiales de aprendizaje es la captación de la atención en los alumnos.
La atención es el acto de concentrarse en un estímulo. Significa dejar ciertas cosas para tratar efectivamente otras.
Es la función de ayudar a seleccionar la información para posteriormente procesarla. En ella, influyen la percepción, memoria, aprendizaje y razonamiento.
La atención desde que nacemos se va convirtiendo progresivamente en atención voluntaria, consecuencia de aprendizajes y experiencia.
Para comprender la atención debemos distinguir sus tipos (López y García, 2004; Ortiz, 2009):
1. ATENCIÓN FOCALIZADA. Dirigir la atención hacia una fuente de atención. Primer proceso atencional.
2. ATENCIÓN SOSTENIDA. Mantener la atención. Relación con el rendimiento.
3. ATENCIÓN SELECTIVA. Selección de la información evitando distracciones.
4. ATENCIÓN DIVIDIDA. Atender a varios estímulos a la vez en el mismo momento con la misma eficacia.
5. ATENCIÓN ALTERNA: Cambiar de una tarea a otra eficazmente (difícil en infantil).
Para favorecer la atención en el aula se pueden seguir las siguientes orientaciones metodológicas:
- Establecer durante los primeros días rutinas claras y asumibles por el alumnado.
- Es necesaria una enseñanza activa, cambiante, que haga que el alumnado esté despierto.
- Ofrecer mensajes claros, precisos y en un determinado tiempo.
- Variar los estímulos: cambiar el tono de voz (alto, bajo, susurrante), pasar de los estimulos orales a los visuales o a los escritos, así como utilizar material visual (sin presentar un número elevado de estímulos para no saturarles).
- Establecer sesiones en las actividades con periodos atencionales programados: para 3-4 años: 20 min; 4-5: 30 minutos, 5-6 años: 45 minutos... animando a realizar las tareas en periodos cortos de tiempo. Ejemplo: si en la sesión de 3 años tiene que realizar tres actividades, pediremos a los 5 minutos que nos enseñe la primera actividad para animarles.
- Para las explicaciones, estimular sus conocimientos con preguntas fáciles, o realizar lluvia de ideas.
- Simplificar instrucciones en el planteamiento de actividades.
- Proporcionar refuerzos positivos de tipo social y afectivo a las intervenciones positivas.
FICHAS:
JUEGOS: Observar en un dibujo o cambiar un escenario añadiendo o quitando cosas teniendo que averiguar que cosas fueron.
LAS DIFERENCIAS:
En este blog se muestran diferentes actividades para trabajar la atención.
También me ha parecido interesante el programa PEMPA (para, escucha, mira, piensa y actúa)






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